Las presas de Nuevo León, El Cuchillo, Cerro Prieto y La Boca, enfrentan una crisis hídrica sin precedentes, alcanzando su nivel más bajo en más de una década. Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el almacenamiento conjunto de estas presas se sitúa en apenas 32% de su capacidad máxima ordinaria, con un total de 466.8 millones de metros cúbicos.
Este nivel tan crítico se compara con la situación vivida en 2013, cuando las presas acumulaban tan solo el 20% de su capacidad, tras una prolongada sequía. Ante esta alarmante situación, tanto la Conagua como expertos en temas hídricos han instado al Gobierno estatal a implementar un plan urgente para el manejo responsable del agua y han hecho un llamado a la población a reducir su consumo.
A pesar de la urgencia de la situación, las autoridades estatales aún no han proporcionado una respuesta o plan de acción ante esta crisis, generando preocupación entre los habitantes de Nuevo León sobre la disponibilidad futura de este recurso vital en la región.