Nuevo León está sumergido en la peor ola de violencia en más de una década, superando incluso los niveles críticos de 2012. Según N+ Monterrey, entre enero y julio de 2024, se han registrado 976 homicidios dolosos, una cifra alarmante que refleja el creciente poder de los grupos criminales en la región.
Las calles y avenidas, así como plazas públicas y domicilios, se han convertido en escenarios de ejecuciones a quemarropa, con cuerpos mutilados hallados en carreteras y hieleras. Los más recientes descubrimientos de restos humanos se dieron entre el 20 y 30 de julio en diversos municipios, incluyendo Monterrey y Escobedo, generando una creciente preocupación entre la ciudadanía.
A pesar de los esfuerzos de la administración de Samuel García, que ha destinado 2 mil millones de pesos a la Fuerza Civil y ha implementado la estrategia de “Tres Pisos”, la violencia no cede. La constante rotación en la Secretaría de Seguridad y los limitados resultados de las políticas actuales han dejado a los nuevoleoneses en un estado de incertidumbre y temor.