Los diputados del Congreso local cerraron el último periodo ordinario de sesiones en medio de un histórico rezago legislativo, superando en un 177% al de la anterior legislatura. Con 30 sesiones sin votar y más de 1,886 expedientes pendientes, la sesión final se declaró permanente.
A pesar de la convocatoria a suplentes de los emecistas, la ausencia de fiscales y auditor superior, y la falta de acuerdo sobre diversos temas, los legisladores lograron acordar únicamente sus vacaciones.
El caos legislativo se evidenció con la agendación de tres comisiones y la lectura de 108 asuntos pendientes en una sesión marcada por la ausencia de diputados. Aunque se pretendía tomar protesta al suplente del diputado de Movimiento Ciudadano, Roberto Farias, esto no pudo llevarse a cabo debido a discrepancias sobre su asistencia, lo que fue calificado como un “show” por parte de algunos legisladores.
Con la sesión en permanente, los diputados podrán ser convocados en cualquier momento para abordar los pendientes, incluyendo la toma de protesta de los siete diputados suplentes convocados. Sin embargo, la situación plantea desafíos legales y discrepancias entre las distintas bancadas.